CINE MEXICANO NADA TRADICIONAL

Michel Franco en Caracas

 A sala llena se realizó la primera proyección en Venezuela del film Después de Lucía, dirigido y escrito por el joven cineasta mexicano Michel Franco, quien compartió en un cine-foro  y en una entrevista exclusiva para Zeta sus impresiones sobre  el film, en Cines Paseo del Trasnocho Cultural en Caracas.

Por SARA KAFROUNI

El éxito fue rotundo y los organizadores del evento tuvieron que abrir una nueva función para el público que quedó con ansias de ver la película Después de Lucía, ganadora del premio Un Certain Regard en el Festival de Cine Internacional de Cannes de este año, y que desde su proyección en  Caracas pasó a formar parte del Festival de Cine Latinoamericano, que se iniciará el próximo 21 de septiembre, según lo informó el presidente de Gran Cine, Bernardo Rotundo.

Después de Lucía presenta una temática perturbadora, que en ocasiones puede obligar al público a abstraerse, a otros a salirse de la sala de cine y a algunos a no despegar la mirada de la pantalla para poder comprender o tratar de anticipar algún evento de la trama caracterizada por largos y tensos silencios. Quizá por esto, Michel Franco comentó que siempre sentía ganas de pedir disculpa cuando alguien veía sus películas: “Cuando me encuentro a alguien y me dicen que vio una de mis películas–esta es la segunda—siempre siento ganas de disculparme”.

Esta película está grabada con escenas continuas y planos muy cerrados con la finalidad de generar un grado de intimidad con el espectador, involucrándolo dentro de la intricada psiquis de los personajes, como si éste fuera un testigo omnipresente del “bullying” [acoso escolar] del que es víctima la protagonista al mudarse con su padre a otra ciudad, tras la muerte su madre Lucía en un accidente de tránsito. “Intento darle al espectador un punto de vista objetivo, en el que no lo manipulo y le dejo sacar sus propias conclusiones, por eso busco planos lo más descriptivos, que le permitan al espectador sacar sus propias conclusiones”, dijo Michel Franco.

El director, quien estuvo presente durante la proyección del film Después de Lucía y recibió una  fuerte ola de aplausos al culminar la transmisión, agradeció al público el interés que demostró por ver la película en la que muestra el “sometimiento psicológico y gradual” de Alejandra, protagonizada por Tessa Ía González, quien es víctima del acoso escolar. Michel Franco dijo que su intención al realizar esta cinta era analizar un poco, a través del cine, por qué las sociedades se han acostumbrado a la violencia y la han aceptado como una forma de vida: “En México creo, que al igual que en Venezuela, la sociedad se ha acostumbrado a la violencia y la ha aceptado. El acoso escolar, el bullying, es un buen ejemplo. La gente cree que es normal que en las escuelas haya violencia y me parece interesante analizar porque nos hemos acostumbrado a aceptar la violencia de manera cotidiana, especialmente es interesante en el caso de los adolescentes porque, pues, es la etapa de la vida que más nos marca para el resto”. El director Michel Franco aseguró que como espectador le interesaba más la temática del luto que la del bullying en la película; sin embargo, comentó que como director cree que una buena película tiene que presentar varios temas y no sólo uno. “Lo que es importantes es que cualquier buena película tiene que tratar sobre más de un tema. Si tiene complejidad y profundidad pues no se puede resumir en ‘va de esto y ya’, y eso es lo que yo  trato de hacer”, dijo Michel Franco.

Michel Franco, quien tuvo más de un año para pensar cómo hacer el guión y otro más para escribirlo, reveló que para la realización de sus proyectos cinematográficos toma ideas de la realidad y de la imaginación, lo que le permitió hacer un estudio de la realidad desde una perspectiva muy subjetiva y guiado por su intuición, pues como cineasta no intenta ser, ni es, un antropólogo social; aunque le interesa la sociedad. “Me interesa la condición humana, la psicología y la manera en cómo nos relacionamos y hasta ahora ese ha sido el material de estas tres películas”, dijo Michel Franco refieriéndose a su primer  largometraje Daniel y Ana (2009), Después de Lucía (2012) y su próximo film A los ojos, basado en el cortometraje Entre dos que realizó en el 2003 y que también refleja una temática social.

Respecto al premio Un Certain Regard que le otorgó el Festival de Cine Internacional de Cannes, que desde 1998 premia el talento joven y fomenta la distribución de obras atrevidas e innovadoras, aseguró que se siente animado para continuar trabajando en su particular y contundente cinematografía. “Me siento animado a seguir trabajando, que igual ya lo estaba, pero mejora un poco las condiciones. Trae más atención especialmente a esta película”, dijo Michel Franco, quien como un Kubrick pero de los Estados Unidos Mexicanos, llegó, impactó y partió en su avión, dejando el golpe seco de su obra reverberando en Caracas.