El pasado fin de semana se celebró en los espacios abiertos del Centro Cultural BOD-Corp Banca un concierto íntimo titulado “Todo este campo es mío” en honor al querido Simón Díaz, compositor de la canción venezolana, y dirigido por el flautista Huáscar Barradas. En este concierto más de 20 artistas entonaron los temas de Tío Simón en entretenidas fusiones rítmicas.
Por SARA KAFROUNI
Fotografía NELSON AGELVIS
Bajo un cielo púrpura y la tenue luz de la luna menguante, el pasado domingo, más de 20 artistas rindieron homenaje a Simón Díaz. Con la letra del tema “Tonada del Tormento” y el sonido de ensueño de la flauta de Huáscar Barradas, artífice de este concierto llamado Todo este campo es mío, inició un medley instrumental y místico de los temas “Sabana”, “El Becerrito”, “Caballo viejo” y “Pajarillo” con el que empezó la intervención de instrumentos como el arpa, el cuatro, la guitarra eléctrica, la batería y el bajo, que sirvió de introducción a lo que sería el resto de la presentación, colmada de fusiones rítmicas modernas y adaptaciones poco convencionales, pero de de gran acierto musical para las letras del cantor venezolano.
La segunda aparición en tarima fue del reconocido cantante Guillermo Carrasco, quien entonó “Pasaje del olvido” en una suave y romántica adaptación jazzistica, acompañado por la armoniosa flauta de Huáscar Barradas y una guitarra eléctrica vibrante. Luego siguió el “Latin Lover” Arístides Barbella, cantante de la agrupación Malanga, interpretando “Preséntame esa muchacha”, y quien animado con las palmas de los asistentes se regocijó con la oportunidad de estar ahí y aprovechó para saludar a su mamá que se encontraba en el público, cerrando su presentación con una alegre petición: “Bendición Tío Simón”.
Luego de una video presentación, entraron a escena los dos integrantes de SanLuis, los hermanos Luigi y Santiago Castillo (ex Voz Veis), quienes acompañados con un teclado cantaron el nostálgico tema “Tonada del tormento”; así continuó el resto del concierto con la participación de Beto Montenegro (Rawayana) quien interpretó su exitosa versión reggae de “El Alcaraván”, Alejandro Sojo (Los Colores) con “Mi conuquito” en un tono parsimonioso, y Luis Jiménez (Los Mesoneros) quien interpretó el tema “Garcita”, despertando la curiosidad del público al cantar sobre los micrófonos internos (pickup) de su guitarra, que le otorgaba un sonido metálico añejo a sus notas vocales.
En su estilo bonchón de antaño, Los Hermanos Naturales hicieron reír a carcajadas a los asistentes, que en promedio rondaban los 65 años de edad, interpretando a cabalidad el tema “El superbloque”, una referencia a la vida en vecindad en aquellos bloques del 23 de Enero recién estrenados. También participaron Rodrigo Goncalves (Viniloversus) quien antes de cantar “Tonada de Luna llena” interpreto una dedicatoria suya a Simón Díaz y Horacio Blanco, lider vocalista de Desorden Público, quien puso a bailar y a corear a la audiencia con el tema “Por Elba”, interpretado en un alegre ritmo de música ska. Hoaracio Blanco se tomó la libertad de nutrir a la audiencia con su pertinente sentir sobre Simón Díaz y explicó el origen del tema “Por Elba”, diciendo: “Me llaman para participar en el homenaje y yo digo sí. Cierro el teléfono y me digo: ‘¿Y ahora yo qué canto?’, porque pudiera considerarse que mi trayectoria musical con Desorden [Público] no se parece tanto a lo que ha hecho Tío Simón, pero realmente sí se parece, se parece en esa energía de la venezolanidad que Simón Díaz siempre supo plasmar en canciones (…) Simón Díaz es parte del ADN cultural de Venezuela; yo diría que él le puso música al ADN de Venezuela. En el año 1962, cuando el maestro Simón Díaz tenía muy buena llave con el maestro Hugo Blanco, quien no es familia mía, grabaron canciones donde, entre otras cosas, siempre se plasmaba un sello de humor, y la canción que yo voy a cantar tiene humor. Y le pregunto a Bettsimar, la hija de Simón: ‘¿y esa canción? explicame de dónde viene’, porque yo no entiendo. Como ustedes se darán cuenta si le cambian el orden [Por Elba] dice ‘el vapor’. Entonces me dice [Bettsimar] que justamente viene de ahí, porque estaban [Simón Díaz y ella] en una filmación de una película y veían pasar vapores, barcos, frente al lugar de la filmación y de ahí vino una tremenda jorobadera de paciencia”.
En este concierto del tributo Todo este campo es mío, la participación de Luz Marina fue una de las más esperadas y causó gran impacto en la audiencia, al escuchar su profundo y reverberante canto de “Sabana” y al agradecerle a Tío Simón por su legado. “Gracias Simón porque a través de tus ojos Venezuela se ve muchísimo más hermosa”, dijo Luz Marina quien no pudo contener su emoción y, a pesar del corto tiempo dispuesto para cada uno de los artistas, en un tono de confesión relató que ella se sentía muy feliz y orgullosa de poder estar, no solo como venezolana sino porque Simón Díaz fue quien le enseñó a creer en ella y a tocar guitarra, porque cuando empezó a tocar guitarra lo hizo con los temas de Simón Díaz y no con los habituales temas de los Beatles, y contó que él mismo la había bautizado como “Sabanegra”. Por su parte, las talentosas vocalistas Lena Burke, quien cantó “Amor enguayabado” y Mariaca Semprún con “Tonada del cabestrero”, también dejaron atónitos al públicos con sus voces sublimes y apacibles.
Para la segunda mitad del concierto, vino un torrente de renombradas estrellas, intercaladas con videos de artistas internacionales como Luis Enrique, Oscar de León y Joan Manuel Serrat enviando sus saludos. La cantante folclórica Rummy Olivo dedico una recia improvisación en joropo corrido al Tío Simón, haciendo levantarse a todos los asistentes. La siempre bella Kiara, vestida con un liqui liqui color beige ataviado con pedrería, salió a escena y dejó mudos a los asistentes con su colosal interpretación del tema “Mi querencia”, cerrando su presentación en una luz cálida, ondeando la bandera de Venezuela. Entre muchas otras estrellas, se lucieron interpretando los temas del genio de Barbacoas, Yordano en solitario con su guitarra cantando “Despedida”, e Ilan Chester, intimamente en el piano, cantando “Clavelito colorado”. La enormemente aplaudida y querida Soledad Bravo, ataviada con una de sus coloridas batolas, interpretó “¿Qué vale más?”. Y así, el pre-cierre fue para María Teresa Chacín, interpretando en su arrulladora voz “Todo este campo es mio”.
Durante el concierto participó también la hija de Simón Díaz, Bettsimar Díaz, quien contó una anécdota de su padre cuando viajó a Londres para una presentación, y como no veía el sol en la nublada capital inglesa, quería hacer su presentación rápidamente para regresar a su soleada tierra. Rolando Salazar también habló unos minutos e hizo un recuento humorístico de la vida de el Tío Simón y su presencia mediática en la vida diaria del venezolano, recordando como él tenía dos comerciales de leche en polvo simultáneamente en rotación televisiva, el de leche La Campiña y el de leche Valle Verde, haciendo énfasis en que en aquellos tiempos “había leche”, lo cual hizo reír a todos.
Como siempre, Leonardo Padrón con su “equipaje de palabras” conquistó las memorias y revivió el sentir de ser venezolano al explicar quién es y lo que significa el Tío de todos al decir que Simón Díaz era “una geografía espiritual” porque ha enseñado a los venezolanos a quererse mejor. Aseguró, también, que él es “una buena noticia en un país donde últimamente escasean las buenas noticias. Simón Díaz es el liqui liqui más famoso de la historia de Venezuela, alguien que simboliza perfectamente la ética de pueblo que termina conquistando el mundo. Simón Díaz no solo logró que el llano fuera entendido como un lugar en el mapa sino como un sonido del alma, una forma de cantar la vida, una lección de autenticidad, sobre todo un orgullo genético”.
Todo este campo es mío terminó con todos los artistas en escena cantando el universal tema “Caballo Viejo”, coreado y aplaudido por todos los asistentes que se pusieron de pie para rendir tributo a Simón Díaz y aplaudir el talento venezolano que logró concentrar los temas del Tío Simón en poco más de dos horas, adaptados a diversos géneros musicales, en la voz de grandes exponentes y acompañados por una “super banda” integrada por talentosísimos músicos como Eduardo Betancourt (Arpa), Miguel Siso (Cuatro), Elvis Martínez (Bajo), Gilberto Ferrer (Teclados), Hugo Fuguet (Guitarras), Jonathan Gavidia (Percusión) y Diego Álvarez (Cajón y batería), y que en esta oportunidad operó como una orquesta bajo la dirección del flautista Huáscar Barradas. El maestro Simón Díaz no pudo estar, pero de haber estado, hubiese sonreído satisfecho por el homenaje brindado por un pueblo agradecido a su vida dedicada a brindarle paz a los venezolanos.