NUNCA JAMÁS

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Artículo publicado en la revista Zeta.

“Mis recuerdos me jugaron una mala pasada esta noche de Shabat, porque en vez de compartir con mis hijos y nietos, me he quedado meditabundo recordando. Ellos conocen muy bien mis historias porque desde que estoy en Venezuela he contado y contado lo que me pasó, para que el mundo sepa y para que la gente no crea que Auschwitz era una panadería, como han pretendido algunos decir de todo aquel horror por el que yo pasé, yo, David Yisrael, y no otro. Yo, que estuve allí y donde quedó para siempre una parte de mí. Mis hijos respetan mis silencios, este diálogo interno entre mi pasado y yo”.   ̶ Fragmento del libro Siempre habrá un porqué, biografría novelada de cómo sobreviví a Auschwitz de David Yisrael Sicherman.

Por Sara Kafrouni
Fotografía Klara Benjamín

El pasado 23 de febrero se realizó en la sede de la Unión Israelita de Caracas (UIC) el bautizo del libro Siempre habrá un porqué, una biografía novelada de David Yisrael Sicherman, co-escrita por el periodista y guionista Néstor Garrido. El autor, nacido en 1929 en Jasinia (Checoslovaquia) es uno de los contados sobrevivientes del Holocausto que viven en Venezuela, luego de haber sido rescatado de la muerte el 5 de mayo de 1945 tras la liberación del campo de concentración Wöbbelin, en Ludwigslust, Alemania.

En el acto realizado en la sede de la UIC estuvieron presentes los embajadores de Alemania, Rumania, Austria y la Federación Rusa en Venezuela, y contó además con las palabras de David Yisrael Sicherman, Néstor Garrido y la especial presentación de Carolina Jaimes Branger, quien sentidamente escribió el prólogo del libro y advirtió que esta historia versa sobre “el antes, el horror y el después… Ese antes que forjó la resistencia, el brío y la garra. El padre, la madre, los hermanos, los abuelos. El amor de familia, la religiosidad. La tradición. La dignidad, la generosidad, la decencia. El horror”.

Dos años estuvo en proceso este libro; fueron decenas de entrevistas entre el guionista Néstor Garrido y David Yisrael Sicherman, con un exhaustivo trabajo de validación de fechas y confirmación de datos históricos a través de libros, de la base de datos de Bad Arolsen (lugar donde los nazis guardaban un vasto archivo de documentos de identificación de los prisioneros), así como con la comparación de su relato con el de otros sobrevivientes. Todo esto sirvió para dar una certeza sutil a hechos que son muy difíciles de recordar con exacta precisión, pues el tiempo pasaba en la angustia y quedaba suspendido en el aliento de cada nuevo día, sin saber dónde se estaba, qué iría a pasar y que sería de quienes los nazis sumergían en el cruel destino por ellos dictado.

“El proceso duró dos años. Dos años hablando con el señor David y escribiendo, fueron dos años de escritura y de comparar. En principio, él está acostumbrado a contar su historia porque el todavía siente eso, y en porque cada oportunidad que él tiene la cuenta. No es la primera vez que él la cuenta. La historia surge más o menos en ese sentido; los hijos querían que él contara, que dejara testimonio en un libro, y él me llamó para que yo empezara a escribir. Al principio empezamos entrevistas y en la medida en que nos volvíamos a encontrar a veces volvía a recordar los mismos hechos, pero con eventos nuevos. Una vez que se terminó la parte de recordar empecé yo a escribir los hechos y a comparar lo que él me decía con libros y otros testimonios porque muchas veces los sobrevivientes se forman una idea de lo que recuerdan, no es que recuerdan exactamente sino que a veces los recuerdos y los relatos se confunden. Entonces, yo reconstruyo la historia a partir de cosas que voy buscando, cómo se llamaban las calles, cómo se llamaba esto, cómo se llamaba lo otro y con los testimonios de otras personas que también estuvieron en el mismo campo y en los mismos trenes. Por ejemplo, respecto a la historia de los trenes que él cuenta, hubo una persona que en una ciudad llamada Kosice (lo que es ahorita Eslovaquia) iba anotando los trenes que iban pasando, y el tren de ellos, que era el 5to, pasó por ahí, y tenían anotado el día tal que pasó por el pueblo y ese dato está ahí, sin hacer el reporte, sino más bien incorporándolo como dato extra dentro del relato”, señaló Néstor Garrido sobre la confirmación de la información para realizar esta obra literaria, que  según refiere no altera los datos ni los hechos.

Néstor Garrido explicó que el estilo narrativo que quisieron darle al libro Siempre habrá un porqué imprime en palabras la memoria de los sentidos, imposible de borrar con el paso del tiempo. Además, comentó que los sentimientos involucrados en cada una de las vivencias de David Yisrael Sicherman, de su familia y amigos en los campos de concentración están plasmados en letras, que tratan de acercarse al horror de una época: “La memoria sentimental, emotiva, de los hechos queda intacta. O sea el miedo, la incertidumbre, la angustia, la desesperanza, todos esos sentimientos que sí son reales. A lo mejor el dato no es exacto, pero lo que sentía la gente queda exacto”.
En esta autobiografía novelada, los autores quisieron darle un sentido actual a la historia, relacionándola con lo ocurrido entre los años 2008-2009 con la expulsión del embajador de Israel Shlomo Cohen y la profanación de la sinagoga de Maripérez, y que si se quiere, despertó nuevamente la incertidumbre del pueblo judío-venezolano, y especialmente de David Yisrael Sicherman, de no saber donde estarán, pero con la certeza de que su familia siempre será su hogar. Siempre habrá un porqué es para Néstor Garrido la historia judía que “siempre se toma como una historia cíclica, en la que siempre está pasando lo mismo”.

El libro Siempre habrá un porqué se encuentra disponible en la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV) y se espera que, próximamente, esté en la librería VDL Books y en la tienda digital Amazon.com.