Por SARA KAFROUNI
Cuando se escucha hablar de un “Disc Jockey”, muchos piensan en Cappy Donzella en su programa “Hippie Happy Capy” o Plácido Garrido en “Solo Millonarias”, pero los jóvenes de hoy ni siquiera conocen la expresión “disc jockey”, y al preguntarles, muchos piensan que quiere decir “este jinete” en inglés [this jockey]. Ellos conocen el acrónimo DJ, pronunciado “di llei”, y para ellos el DJ es como una mezcla entre un apasionado líder espiritual con director de orquesta, por el cual son capaces de pagar hasta mil bolívares fuertes para estar ante él en un show donde este coloca temas musicales de manera fluida, sin parar, y los presentes bailan, y eufóricos siguen sus instrucciones de levantar los brazos y cantar, al mejor estilo de una iglesia Gospel estadounidense.
El pasado 23 de Febrero se presentó en Caracas, en el salón Plaza Real del hotel Eurobuilding, un de los más renombrados DJs internacionales, quien demostró precisamente de que se trata este fenómeno de masas llamado DJ. Bob Sinclar es su nombre y viene de Francia, y fue en el año 2005 cuando se dio a conocer en el mundo con su tema “Love Generation”. Es que estos DJs modernos no solo colocan música, sino que también la crean electrónicamente, aunque no canten ni toquen algún instrumento.
El show de Sinclar tuvo como antesala la presentación de dos conocidos DJs a nivel nacional: Ben Armas y Oscar Leal. Ambos hicieron que los asistentes entraran en calor al ritmo de la mezcla de canciones de lo que se conoce como música Dance electrónica comercial, música de un ritmo acelerado y repetitivo que generalmente se escucha en las discotecas. La aparición en tarima de Sinclar fue aclamada por jóvenes y una sorprendente gran cantidad de público adulto que acudió al “party-concert” entregándose a las notas de una de las canciones más energizantes de Bob Sinclar llamada “Rock this Party”, con el estribillo “everybody dance now” y con la frase que repitió durante toda la noche: “Bob Sinclar is in the house”. Bob Sinclar animaba a su audiencia a que gritaran, aplaudieran y bailaran junto a él levantando constantemente los brazos y dando las señales de acción, al mismo tiempo que sumergía en la euforia de la “rumba” a los venezolanos preguntando “¿Cómo está Venezuela?” y cantando “I´m in Venezuela bitch”, “I don´t care, I´m in here with Bob Sinclar” todo esto reforzado por el mensaje que se transmitía en una pantalla gigante de luces LED a todo lo largo del escenario al estilo de una marquesina: “NO ME REGRESO A FRANCIA, YO ME QUEDO EN ESTE RUMBÓN.
Algunas veces los DJ son productores de temas musicales muy exitosos como los casos de los renombrados DJ Tiesto y David Guetta entre los que ahora se suma Bob SInclar, quien tiene ya más cinco discos con creaciones propias. En su presentación el pasado jueves, Bob Sinclar tuvo la oportunidad de colocar algunos de sus más destacados temas: “Amora-Amor”, “Together”, “Love Generation”, “World Hold On”, ”Sound of freedom”, y “Rock the Boat”. Además de tocar sus propios temas mezcló algunos de otros artistas como “King of the Bongo” de Manu Chao, y un remix de “The Wall” de Pink Floyd, entre otros, poniendo a bailar a la gente hasta las dos de la mañana aproximadamente.
Aunque parezca increíble, la figura de los DJ se ha convertido en algo mucho más grande de lo que alguna vez fueron los Disc Jockeys tradicionales tipo Napoleón Bravo o Ivan Loscher, tanto así que se les pudiese colocar en la categoría de súper estrellas, las cuales son capaces de llenar un estadio con 25 mil personas, como hizo DJ Tiesto en el 2003 en el Arnhemse GelreDome, Holanda.
Como buen francés…
A pesar de que los DJ son super estrellas, en el caso de Bob Sinclar, él es una persona sencilla y sin muchas exigencias a la hora de presentarse, pues únicamente pidió dos botellas de vodka–cranberry, zumo de naranja, una taza de café, jugo de manzana, 12 botellas de agua, 12 latas coca cola Light, 12 latas de Red Bull, cuatro toallas, vestidor con espejo cuerpo entero y como buen francés, no podía dejar por fuera la petición de una botella de Champagne rosada.